Los medios

martes, 25 de noviembre de 2008

ARTICULO DEL SEXTANTE

PROTECCION DE ANIMALES EN MEDELLIN

Una oportunidad en la ciudad para la preservación de la vida animal

“Podemos juzgar el corazón de un hombre según trata a los animales”.

Immanual Kant

Hay cientos de animales esperando por la oportunidad de ser tratados con el amor y respeto que todo ser vivo merece y ocupar un lugar importante dentro de una familia, que le abra las puertas para brindar alegría y compañía, además recibir al mismo tiempo un trato ideal.


En Medellín es común mientras se recorren las calles observar una cantidad y variedad de animales sin hogar, expuestos a los peligros que la ciudad representa para ellos por su incapacidad de racionamiento y al mismo tiempo constituyendo un peligro para los ciudadanos.


Liliana Marcela Porras, es una joven de 19 años acostumbrada a transitar por la ciudad en moto. Era 3 de abril del 2006 cuando ella se dirigía hacia la Universidad San Buenaventura, donde estudia contaduría pública, y se le hacía tarde para llegar a clases por lo cual iba un poco rápido, de repente en su camino se atravesó un pequeño cachorro que por un momento le hizo perder el control quedando la moto sobre él.


A diario en la ciudad hay accidentes de tránsito donde los animales son responsables y victimas, gran parte de estos accidentes ocurren cuando por evadirlos se presenta una colisión contra otro vehículo, o son arroyados.


“…corrí hacia el perrito que estaba ahí tirado en el suelo chillando, y lo cogí...siempre me han gustado mucho los animales y me dio mucho pesar…”, dijo Liliana al recordar el impacto. Pocos toman esta decisión y por el contrario huyen, pero ella, sin pensarlo mucho le prestó auxilio y lo llevo a un centro de atención veterinario.

OTRAS POSIBILIDADES PARA LOS ANIMALES


Pocos saben que hay entidades dedicadas a la protección de las diferentes especies animales, encargadas de hacer cumplir a cabalidad las normas que resguardan la vida de estos.


En Medellín, están presentes fundaciones como la Sociedad Protectora de Animales, que desde hace 90 años presta servicios de atención y protección a las diferentes especies en el entorno donde habitan, además a todos aquellos que están desamparados sin un lugar donde se le preste la atención necesaria para su buen desarrollo.


Para Liliana Marcela, fue muy difícil encontrar un centro veterinario donde atendieran la emergencia, pues no contaba con los recursos suficientes para costear los gastos médicos que conllevara la atención del perro, “...casi que no encuentro donde llevarlo, si no fuera porque uno de los veterinarios atendió al perrito yo no se que hubiera hecho y menos mal no tenía nada grave”, luego de que atendieran al perro ella lo llevo a su casa donde paso varios días, pero allí no se podría quedar.


Las fundaciones de animales no solo se dedican a atender a los abandonados, sino también a todos aquellos que son maltratados o que ya no son queridos dentro de un hogar. “En la fundación son recibidos entre 100 y 120 animales los cuales son reubicados en una nueva familia” como expresa Amalia Vásquez veterinaria de la Fundación Bienestar Animal.


Después de la larga búsqueda de un nuevo hogar para el perro, Liliana encontró el lugar indicado para dejarlo, “cuando mi mamá me dijo que no podíamos dejar ese animal en la casa, que lo echara ya para la calle, a mi me dio pesar y mejor me puse a ver para donde lo llevaba, ninguno de mis amigos lo quería, pero uno de ellos me dijo que llamara a una persona que pertenecía a la Fundación Defenzoores, donde reciben animales y les buscan un nuevo dueño, así fue que después de 1 mes y medio encontré donde dejar a Canela, como la había llamado”.


Estas fundaciones buscan siempre el bienestar para fortalecer el vínculo hombre-animal-medio, y así crear compromiso y conciencia acerca de la responsabilidad que se debe tener en la preservación de las especies y aunque estas fundaciones están constituidas sin ánimo de lucro, necesitan recursos para su sostenimiento.


Para esto, es primordial la realización de actividades de apoyo, como es el caso de la Fundación Defenzoores, conformada por estudiantes de la Universidad de Antioquia, quienes realizan caminatas y campañas de sensibilización, además reciben fondos de personas que sienten la necesidad de contribuir con esta causa, que promueve el respeto y el amor por los animales.


Para la joven Liliana, fue importante conocer estas fundaciones y después de lo ocurrido con Canela, aprendió que todos los animales merecen una oportunidad.


Aunque hay personas que por diversos motivos no pueden aceptar estas mascotas para darles un hogar, se hacen presentes en su cuidado mediante donaciones para el mantenimiento de estos, dentro de las fundaciones.


Al respecto, Amalia Vásquez dice “es para nosotros muy satisfactorio poder darles un hogar a estos animales, pero también es importante el recibir el apoyo de la comunidad, aquí por ejemplo, hay personas que traen animales que recogen de la calle y pagan una mensualidad para su sostenimiento”.


En la Fundación Bienestar Animal las personas que toman la decisión de llevar animales, pagan una mensualidad por los perros y gatos, además se presta el servicio de esterilización, para evitar la reproducción indiscriminada de estos.


Los recursos que ingresan a la Fundación son utilizados para el mantenimiento de las instalaciones y el cuidado que incluye alimentación, aseo, medicamentos y atención veterinaria.


ATENCIÓN, CUIDADO Y PROTECCIÓN DE LOS ANIMALES POR LA LEY.


Hoy las leyes no solo rigen a los hombres, sino que también aplican para la protección de todas las especies. Los animales son protegidos por estas fundaciones a las que además se suman las entidades gubernamentales y ambientales, todos en busca de su cuidado.


A estas entidades se les atribuyen unos derechos internacionales aprobados por la ONU y la UNESCO, en la declaración universal de los derechos de los animales de 1978, además son protegidos por otras leyes como la Ley 5 de 1972, en la cual se promueve la creación y buen funcionamiento de las Juntas Defensoras de animales.


Así mismo la Ley 9 de 1979,
dicta Medidas Sanitarias y de protección al medio ambiente y por último la Ley 84 de 1989, en la que se toman medidas en la Protección y se regula lo referente a su procedimiento y competencia, entre otras leyes de igual importancia.


“Aquel que incumpla con estas podrá ser sancionado con multas, o según sea el caso, podría ir a la cárcel” expresó Amalia Vásquez.

UNA NUEVA OPORTUNIDAD.


Después de un largo tiempo realizando llamadas constantes para informarse del estado del perro y de dialogar con su madre en varias ocasiones, Liliana tomo la decisión de darle la oportunidad a Canela de volver a su casa, tramito el proceso de adopción y lo que empezó con un accidente de tránsito, culminó en un cariño inmenso por el animal, que ahora pasó a formar parte de su familia.


Ser mayor de edad, llenar el formulario, pagar la adopción y principalmente comprometerse en darle un buen trato y brindarle un ambiente propicio al animal son los requerimientos establecidos para quienes deseen adoptar una mascota.


Cada animal adoptado deja una vacante para que otro que está en la calle o es maltratado tenga la posibilidad de encontrar, desde las fundaciones, la tranquilidad y el espacio donde se le respete y se le de un lugar digno para su bienestar.


“La gente debe educarse y ser consciente de que los animales son seres que sienten y que merecen respeto. Antes de adoptar uno, piense muy bien si se le puede dar buenas condiciones de vida y si va a acoger la sugerencia de castrarlo, esterilizarlo y educarlo. Los animales no son un entretenimiento” (Marta Bernal)


FUENTES

· Liliana Marcela Porras

Estudiante de Contaduría Pública, Universidad de San Buenaventura.

Entrevistada el 29 de octubre de 2008

TEL: 272 97 26

· Amalia Vásquez

Fundación Bienestar Animal

TEL: 260 03 08

· Fundación Bienestar Animal

E-mail: fb_animal@yahoo.com

· www.Defenzoores.org

E-mail: defenzoores@hotmail.com

· Asociación Defensora de Animales

www.adacolombia.org

· Revista Nueva. Edición 1109. 4 de octubre de 2008. Sección Léelo. Entrevista a Marta Bernal. Paginas 14-15.

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